¿Qué mensaje transmito con mi vestuario?

Todos nosotros comunicamos algo con lo que somos. No sólo con lo que decimos, sino con todo lo que somos. Los comunicólogos dicen: “Es imposible no comunicar”. Tú comunicas un mensaje con tus gestos, tus actitudes, y, especialmente, con tu vestuario. Y es este un mensaje tan fuerte, que puede acallar lo que tú dices con la boca.

Sócrates le recriminaba a los hombres de Atenas el que se afanasen tanto en embellecer su cuerpo, y descuidaran lo más importante: sus almas.

La Escritura dice en Romanos 12:2: “No vivan ya según los criterios del tiempo presente; al contrario, cambien su manera de pensar” (VP). El cristiano tiene una forma de pensar y de vivir diferente de la forma de pensar del mundo. El tiempo presente tiene sus vanidades de turno, pero la sabiduría de Dios es eterna.

Hoy en día la apariencia tiene un valor superlativo. El vestuario ha dado lugar a toda una industria, cuyos centros están en las más famosas ciudades europeas. Millones de dólares giran diariamente en torno de la industria de la moda.

Romanos 6:16 dice: “¿No sabéis que si os sometéis a alguien como esclavos para obedecerle, sois esclavos de aquel a quien obedecéis?” Hoy día muchas voces llegan a tu corazón exigiendo obediencia. Está la moda, están los parámetros de belleza, están los prototipos de hombre y de mujer en boga. Pero tú tienes un modelo más alto, una meta más elevada. Si obedeces esas voces que el mundo te hace oír, entonces te transformarás en esclavo de ellas, y procurarás obedecerlas en todo. ¡Recuerda! Tú eres siervo del Señor Jesucristo, Él te compró con su sangre y hoy te debes a Él. No te hagas esclavo de los hombres.

¿Qué mensaje transmites tú con tu vestuario? ¿Muestra tu vestuario que tú perteneces a alguno de los grupos juveniles de moda? ¿Te muestra como una persona sensual? ¿Pretendes que tu vestuario destaque hasta la provocación algún rasgo de tu cuerpo?

¿Sabes? El cuerpo no debe atraer sobre sí la atención. Tú no debes adornarlo de tal manera que atraiga sobre él todas las miradas. El vestuario es una necesidad, no es un lujo para un hijo de Dios. Es un instrumento dado para nuestra comodidad, no para nuestra exhibición. Y tu cuerpo es templo del Espíritu Santo, no una vitrina de exhibición de ropa a la moda. ¿Es Jesús glorificado a través de él?

¿Qué ropa debo usar?

Antiguamente, la ropa llevaba sus marcas en la solapa, o muy escondidas en la parte interior. Hoy, en cambio, las marcas van por fuera, en lo más visible. Da la impresión que los usuarios de la ropa “de marca” han sido contratados como “exhibidores de ropa” o de marcas. Ellos no llevan ropa puesta, ellos van exhibiendo una marca.

Hoy en día lo que se vende no es una cosa, sino una marca. La marca vende. La marca otorga “status”, y hace que la gente se sienta bien; da seguridad, y alimenta la vanidad. Muchas marcas de ropa son nombres de personas, específicamente de diseñadores. Cuando tú llevas ese nombre pegado a la espalda, o en tu pantalón, tú vas cargando con el nombre de una persona. Tú te asocias con esa persona. ¿De quién se trata? ¿De algún líder guerrero, que murió por los ideales patrios? ¿De algún moralista, de algún filántropo que ha rendido su vida en bien de la humanidad? ¿De algún deportista, modelo de valentía y virtud? No, no se trata de esos hombres. Es más bien el nombre de una persona que, simplemente, diseña moda. ¿Sabes tú qué tipo de personas son normalmente los diseñadores de moda? ¿Sabes tú qué tipo de moral y de costumbres practican? ¡Oh, si supieras más acerca de ellos no te enorgullecerías de cargar con sus nombres en tus ropas!

Si no has de llevar el nombre de Jesús pegado allí (y no estamos diciendo con esto que debas llevarlo) es preferible que no lleves nada. Si no has de predicar a Cristo en tus ropas, mejor que tu ropa no predique nada.

Por otro lado, esas ropas, por estar asociadas con una marca, suelen costar mucho más que otras de calidad similar. A veces hay que pagar el doble o el triple, simplemente, por llevar la marca. ¿Es eso agradable delante de Dios? Muchos llevan en su cuerpo miles de pesos demás. Y hacen así derroche del dinero que el Señor les ha provisto para sus necesidades.

¡Dios nos libre de llevar sobre nuestro cuerpo dinero en exceso, dinero con el cual podríamos perfectamente llenar una angustiosa necesidad de algún hijo de Dios! En esto, como en todas las cosas, no podemos establecer leyes. Somos libres; tenemos libertad, pero esta es una libertad condicionada al testimonio como hijos de Dios, al amor por los hermanos, y a la conciencia de los demás. “Todo me es lícito, pero no todo conviene” (1 Cor.10:23). En esto, como en las demás cosas, busquemos agradar a Dios, y no escandalizar a nuestros hermanos. Que el Señor nos ayude para que una cosa y la otra sean verdad en nuestra vida.

Fuente: drivan.ohlog.com

Quienes influyen en tu vida. - Marcos Witt

Si las palabras que su amigo habla son de bien es porque hay cosas buenas en su corazón Si su amigo habla mal es porque algo anda mal en su corazón. Jesús declaró esto al decir: «De la abundancia del corazón habla la boca» (Mt 12:34).

Unos soldados que eran amigos fueron juntos a la guerra, y solo uno de ellos regresó:
-Mi amigo no volvió del campo de batalla, Teniente. Solicito permiso para ir a buscarlo-, dijo un soldado a su superior.
-Permiso denegado, -replicó el oficial-, No quiero que arriesgue su vida por un hombre que probablemente ha muerto.

El soldado no hizo caso a la prohibición, salió, y una hora más tarde regresó mortalmente herido, transportando el cadáver de su amigo.

El oficial estaba furioso: -¡Ya le dije yo que había muerto! Dígame, ¿merecía la pena ir allá para traer un cadáver? Y el soldado, moribundo, respondió:

-¡Claro que sí, señor! Cuando lo encontré, todavía estaba vivo y pudo decirme: ‘¡Estaba seguro que vendrías!’.

¡Cuán importante es escoger bien con quienes vamos a hacer el viaje de nuestra vida! Muchas veces estamos rodeados de personas que influyen negativamente en las circunstancias que nos rodean, en los pensamientos, en las maneras de hablar y de hacer las cosas. Tenemos que escoger bien con quiénes vamos a transitar el camino de la vida. Usted es la única persona que puede decidir acerca de quién influenciará su vida. Si usted está rodeado de personas altaneras y orgullosas, al tiempo usted también será igual. Es importante escoger bien a nuestros amigos. Tenga cuidado con las influencias que está dejando entrar a su espíritu y a su corazón.

Job se llevó una sorpresa con los amigos que tenía. El consejo que recibió de ellos fue: «Abandona a Dios». Cuando tus amigos te aconsejan algo en contra de Dios, es tiempo de cambiar de amigos. Las malas compañías corrompen los buenos hábitos. Cuanto más tiempo pasemos con ellos, más nos pareceremos a ellos.

Para saber cómo escoger amistades debe responderse algunas preguntas:

1. ¿Cómo hablan mis amigos? «El ungüento y el perfume alegran el corazón, y el cordial consejo del amigo, al hombre» (Pr 27:9). Si las palabras que su amigo habla son de bien es porque hay cosas buenas en su corazón Si su amigo habla mal es porque algo anda mal en su corazón. Jesús declaró esto al decir: «De la abundancia del corazón habla la boca» (Mt 12:34). Reúnase con amigos que tienen el bien en su boca.

2. ¿Traen mis amigos un buen informe? Cuando estoy con ellos, ¿me hablan cosas buenas o negativas? Una vez Dios usó a mi esposa para llamar mi atención sobre un asunto. Yo tenía un grupo de amigos que cada vez que estábamos juntos me decían: «Marcos, como te queremos tanto debemos decirte esto», y procedían a decirme algún chisme, informe negativo o ambas cosas. Entonces comenzaba a sentirme mal después y le contaba a mi esposa Miriam lo que me habían comentado «mis amigos». Un día, ella, con su vocecita tierna me dijo: «Marcos ¿no te has dado cuenta que siempre que te juntas con ellos te traen un informe negativo?». Entonces, caí en cuenta y dije: «Es verdad». Empecé a enterarme que necesitaba tomar distancia de esos amigos. Poco a poco se fueron alejando, y gracias a Dios ya no recibí más esos informes negativos.

3. ¿Manifiestan mis amigos la paz de Dios? Cuando sus amigos llegan a su casa ¿traen consigo tranquilidad y paz o vienen acompañados de una nube negra con rayos y centellas? Usted conoce esa gente que entra a su casa y al instante empieza a tronar y relampaguear. Si cuando usted abre la puerta para que ellos entren, junto con ellos entra una brisa fresca de paz a la sala de su casa, esa es la gente con la que usted debe reunirse. Esa es gente buena.

4. ¿Cómo puedo saber qué clase de amigos tener? La respuesta la hallará en Mateo 7:17-20. Jesucristo dijo: «Así, todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos. No puede el buen árbol dar malos frutos, ni el árbol malo dar frutos buenos. Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y echado en el fuego, Así que, por sus frutos los conoceréis».

Reúnase todas las veces que le sea posible con gente de paz que tiene los frutos del Espíritu: amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, mansedumbre, templanza, es con quienes tiene que juntarse. Esa gente es buena influencia. Tal vez hay gente de la que necesita tomar distancia. Pídale al Señor que le dé la oportunidad de poder hacerlo.


Fuente: Ministros.

Ocúpate de tu Ministerio



” Ninguno tenga en poco tu juventud, sino sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza. Entre tanto que voy, ocúpate en la lectura, la exhortación y la enseñanza. No descuides el don que hay en ti, que te fue dado mediante profecía con la imposición de las manos del presbiterio. Ocúpate en estas cosas; permanece en ellas, para que tu aprovechamiento sea manifiesto a todos. Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina; persiste en ello, pues haciendo esto, te salvarás a ti mismo y a los que te oyeren”. 1ª Timoteo 4:12-16
En medio de este tiempo, somos llamados a impactar nuestra generación como jóvenes a través de nuestro ejemplo a los demás, y ocupándonos en el ministerio que Dios nos ha dado.
En el primer viaje de Pablo y Bernabé a Listra, conocieron a Timoteo y su familia. Cuando Pablo regresa nuevamente a Listra, halló que Timoteo era miembro de la iglesia, y muy estimado para los líderes. Pablo decide tomarlo y discipularlo para el ministerio. Cuando están en Éfeso, Pablo es encarcelado, y cuando partió de Éfeso deja a Timoteo a cargo de la iglesia. Con esta carta, Pablo se propone alentar a Timoteo en la difícil tarea que está emprendiendo.
1. Timoteo era Joven
“Ninguno tenga en poco tu juventud, sino sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza”.
Su ejemplo en: la palabra, su conducta, su amor hacia otros y hacia Dios, su espíritu, su fe y su pureza; haría que nadie lo tuviera en poco (nadie lo menospreciaría). Es tiempo para que revises tu forma de actuar, tus palabras, tu amor a Dios y al prójimo, tu espíritu, tu fe y algo muy importante, tu pureza.
2 Timoteo 2:15
“Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad”.
• Muchos adultos no creen en la juventud, por el ejemplo que estamos dando. Pero es tiempo para ser inspiración para tus amigos, vecinos, compañero de la escuela. La Palabra de Dios debe ser tu manual de vida, cuando la estudias, comprendes y aprendes recibes una autoridad especial de parte de Dios, con la cual no serás avergonzado.
2. Sabía ocupar bien su tiempo
“Entre tanto que voy, ocúpate en la lectura, la exhortación y la enseñanza”.
En que estas ocupándote? Pablo dice a Tito :”Ocúpate en buenas obras”. Uno de mis consejos a los jóvenes es: “Que tu mente siempre esté ocupada!” la mente es un como un caballo y si no tomas las riendas de ella, te llevará a lugares o situaciones donde no quisieras estar.
• Además debes establecer prioridades en tu vida y cúmplelas. Que nada te desvíe de lo realmente importante.
3. Cuida lo que Dios te ha dado
” No descuides el don que hay en ti, que te fue dado mediante profecía con la imposición de las manos del presbiterio”.
• Recuerda que un Don = Regalo
• Una de las formas para no descuidar ese don es ejercitándote en el. Los talentos que Dios te ha dado, úsalos para el propósito por el cual te los dio. Así como aquel hombre o mujer que ha logrado músculos grandes en su cuerpo con ejercicio, para mantenerlos se debe ejercitar, tener una buena alimentación, de esa misma forma Dios quiere que cuides lo que el te ha dado.
• Toparás con muchos bomberos, que querrán apagar el fuego que hay en ti, personas que en lugar de darte una motivación, dejan de creer en ti, es tiempo de que Dios avive el fuego que hay en ti.
2 Timoteo 1:6
“Por lo cual te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti por la imposición de mis manos”.
• Dios quiere avivar ese fuego que un día puso en tu vida!!!
4. Cuídate de ti mismo
“Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina; persiste en ello, pues haciendo esto, te salvarás a ti mismo y a los que te oyeren”.
• El orgullo = Arma destructora de ministerios. En el transcurso de mi ministerio he visto muchos ministerios levantarse pero en sus propias fuerzas, y pronto han caído, o ministerios que se levantan en el poder de Dios y olvidan o descuidan quien realmente les levantó, crece orgullo en su corazón y caen. No olvides de donde Dios te ha sacado, nunca te apoyes en tu propia prudencia ni en tus fuerzas, sino en las manos de Dios.
2 Corintios 12:9
” Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo”.
“… para que repose sobre mí el poder de Cristo”, ¿Quieres que el poder de Dios repose en ti? Reconoce tu verdadera posición delante de Dios!!!
5. Ocúpate en esto estudiando
•”Ocúpate en estas cosas; permanece en ellas, para que tu aprovechamiento sea manifiesto a todos”.
Dios te bendiga!

Fuente: Devocionales Cristianos.
Related Posts with Thumbnails